Colaciones Basura Cero: saludables y ¡libres de desechos!

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Casi acaba marzo y ya estamos lavando uniformes, comprando materiales, ayudando con las tareas, y preparando colaciones a toda máquina. Estar al día con todo es a veces estresante, y en lo que respecta a las colaciones, es muy común (¡y tan entendible!) recurrir a alimentos envasados como galletas o barritas de cereal para salir del paso.

Lamentablemente la mayoría de estas colaciones vienen en envoltorios plásticos desechables de un solo uso y algunos muy comunes (sachet y doypack) ni siquiera son reciclables. Estos envoltorios también pueden contener trazas de sustancias dañinas para la salud humana como los BPAs (bisfenol A).

Por esta razón, otra de las formas de reducir nuestro impacto ambiental y proteger la salud de nuestra familia es preparando “colaciones basura cero”: una colación que no lleve envoltorios, sachet, botellas, tetrapacks o servilletas, y que cuando se termine de comer, ¡no haya nada que botar ni a la basura ni al reciclaje! 

Parece imposible, pero no lo es: una vez que tienes algunos implementos y has establecido un sistema, la tarea se simplifica bastante. Acá te dejamos algunas ideas para comenzar la aventura: 

1) Reduce o elimina los envoltorios excesivos desde el comienzo 

Es decir, ¡desde que haces tus compras! De acuerdo lo que compartimos acá, prefiere formatos a granel y/o elige los formatos más grandes disponibles para separar porciones individuales en casa. Así no sólo reduces tu consumo de plásticos de un solo uso, sino que también puedes ahorrar dinero.

Si compras con envoltorios, escoge siempre aquellos que sean reciclables. En Chile el plástico “OTROS 7” no se recicla, y es muy común encontrarlo por ejemplo en doypack y sachet de salsas y compotas. Si no se puede reciclar, terminará en la basura.

2) Explora alternativas de colaciones hechas en casa

Al reducir tu consumo de alimentos con envoltorios excesivos, pronto notarás que las alternativas suelen también ser más saludables, como frutas y verduras, o cereales y frutos secos a granel. La clave es encontrar opciones balanceadas que tus hijos disfruten, puedes planear cinco alternativas, una para cada día de la semana.

¡Y no tiene que ser siempre dulce! Hummus con palitos de verduras, sandwiches y wraps caseros, queso y galletas integrales, son algunas ideas que puedes alternar con clásicos como el yogurt y las frutas, barritas de cereal o quequitos caseros, frutos secos y semillas

3) Botellas y contenedores reutilizables 

Hoy existe una amplísima oferta de contenedores y accesorios reutilizables, por lo que es importante no abrumarse: no es necesario comprarlo todo, ¡ni menos todo de una vez! Puedes ir eligiendo sólo lo que tu familia necesite, y recuerda que si bien son más costosos al principio, sólo los compras una vez. 

Evita el consumo de botellas de plástico desechables y reduce el consumo de tetrapack lo más posible optando por botellas reutilizables ya sean de un plástico duradero y con grado alimenticio, o mejor aun, botellas de acero inoxidable

El clásico tupper de plástico es reutilizable, pero con el tiempo va obsorbiendo manchas y olores no muy agradables. Prefiere contenedores de acero inoxidable: livianos, reutilizables y ¡a prueba golpes y caídas! También los hay de bambú, y por supuesto los tupper de vidrio, aunque estos no los recomendamos para niños pequeños.

Para comida caliente, atrás quedaron los clásicos termos de plástico cuyo interior de vidrio se quebraba cuando se caían (¡a quién no le pasó!). Ahora hay termos de acero inoxidable resistentes a los golpes, y que además no retienen malos olores.

4) El género: resistente, duradero y lavable

Finalmente, no todo necesita ir en una caja dura y/o hermética: frutas con su cáscara, galletas, barritas de cereal caseras o incluso huevos duros con cáscara pueden ir en bolsas de género, y también puedes usar telas enceradas, que son muy útiles para envolver sandwiches.

Si incluyes servilletas, ¡que también sean tela! Puedes recortar retazos de algodón en casa, así ahorras dinero, evitas la tala de innecesaria de árboles (para la producción de papel), y lo mejor de todo: una vez sucias se echan a la lavadora con el resto de paños de cocina y listo.

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Este es sólo el comienzo: con un poco de creatividad, cada familia puede determinar cómo hacer que las colaciones de los niños, además de ser ricas, nutritivas y llenadoras, tengan un bajo impacto medioambiental.

Lo más importante es que con cada una de estas acciones y tantas otras estamos contribuyendo a cambiar el paradigma en que el hemos crecido, en que todo y cualquier cosa se puede tirar a la basura. Seamos parte del cambio, y enseñemos a las nuevas generaciones que hay otras formas de hacer las cosas, que la basura no existe, y que nuestro planeta no es desechable.

 

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